“El pasado es historia, el mañana un misterio, y el hoy un obsequio, por eso se llama presente”
Amo esta frase de Kung Fu Panda, Cuanta simpleza y profundidad en tan pocas palabras.
La atención plena implica prestar atención a las cosas tal como son en un momento determinado, sean como sean y no como queremos que sean”.
Es decir, entrenar la mente para permanecer en el momento presente sin cambiar nada, con una actitud de apertura y aceptación de la realidad tal y como es.
En el entorno actual, hiperconectados y acelerados, hoy más que nunca es imprescindible tener una disciplina que nos permita vivir la vida a menor velocidad.
La tecnología moderna inunda la vida con distracciones que hacen que tu concentración se enfoque en lo externo.
La mente fluctúa entre pasado, presente y futuro.
La mente de mono es la tendencia de la mente a saltar de rama en rama y con la meditación desarrollamos la facultad de volver la atención al punto de partida una y otra vez, con lo que aumentan los pensamientos agradables y disminuyen los desagradables.
Debemos procurar hacer solo una cosa al mismo tiempo y ser totalmente consciente de ella, con todos tus sentidos, en ese instante, en cada instante.
A medida que lo pongas en práctica, te será cada vez más fácil viajar hacia tu interior con una atención libre de juicios, accediendo a esa paz interior que ya mora dentro tuyo.